No quiero perder tu amistad, pero no tengo control sobre lo que siento. No puedo decir que es amor, no sabría lo que eso, nunca lo he sentido. Pero sé que es algo que se acerca a lo platónico. Es algo que me lastima internamente, es algo que me mata. Sé que no puedo estar contigo, eres mi amigo y solo me vez como eso.
Desearía que esto fuera diferente, desearía que estos sentimientos se hubieran formando en cualquier otro momento de mi vida. Si fuera un adolescente, mi poco autoestima me hubiera impedido si quiera hablarte, tú simplemente serías un recuerdo de un amor imposible, no sabría que eres el maravilloso hombre con el que puedo pasar las noches en vela. No sabría tus secretos, gustos y pasiones. Jamas hubiera experimentado la enorme afinidad que tengo al estar contigo. Es extraño, este sentimiento, aunque hora desearía no haberte conocido, la realidad es que la idea de que estés con otro hombre me destruye... aunque se perfectamente que es una imagen a la que me tendré que acostumbrar, puesto que he decidido conservar tu amistad.
Si esta cosa que aprieta mi pecho me hubiera llegado un poco antes, justo en el momento en el que finalmente mis sentimientos de validación eran lo suficientemente altos y saludables, entonces, a lo mejor lucharía. Lucharía para ver si tú y yo tendríamos una oportunidad.... Simplemente estoy muy cansado. Mi vida es un desastre, Diablos, a quien engaño, mi vida esta en la mierda en estos momentos. Necesito arreglar mi yo interno y mi yo externo, necesito curar; y para mi desgracia tu amistad es de las pocas cosas que dan estabilidad.
Me sincere y tú, políticamente amable, me rechazaste e insististe como por media hora que no ibas a permitir que esto destruyera nuestra amistad. Me quieres, me tienes aprecio, consideras que en mi existe un ser de valor, e incluso has repetido varias veces lo mucho que deseas que me de cuenta de lo mucho que valgo como persona... aun así... no me amas...
Esta combinación de sentimientos es tan extraña, por una parte me siento tan feliz de haber encontrado un amigo con el que puedo sentirme tan conectado, un amigo en el que tengo completa confianza, un amigo al que puedo contarle todo y nunca sentirme juzgado. Por otro lado, me duele mucho el saber que nunca seres más que eso, amigos ¿quieren saber que es lo peor de toda esta situación? existe un dolor aun peor: No tengo la fuerza para luchar, para tratar de que tu y yo nos convirtamos en algo más.
Esto carcome mi alma, el saber que mi estabilidad emocional es tan poca que no tengo ningún deseo de agregar un nuevo problema a mi vida. Te quiero, con todo mi corazón, no preguntes porqué, genuinamente no tengo respuesta, pero no puedo tenerte en mi vida como algo más que un amigo. Espero que mi ser pueda absorver este razonamiento que ha hecho mi cerebro, porque la tristeza que me produce tu amistad solo puede ser igualada por la ausencia de tu hombro para poder llorar en estos momentos.
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