sábado, 2 de junio de 2018

He llorado hoy


Si por algún motivo has leído la entrada anterior, sabrás que hoy (02/06/2018) no fue un buen día. Y voy a suponer que te estarás preguntado el motivo de esto (sino, la verdad no entiendo que haces aquí). Pues la verdad la respuesta es muy simple, todo se reduce a las malditas/benditas redes sociales, en este caso estoy hablando específicamente de Grindr.

     Para ser sincero había pasado mucho tiempo desde la última vez que llore (creo que unos dos o tres meses). Inocentemente interprete esto como una señal de que había mejorado, pero esa era una mentira que me había dicho, sigo estando mal, peor de lo que me imaginaba. Simplemente no había tenido que enfrentar una situación que desencadenara los síntomas de la depresión.

     Antes de continuar, supongo, que tengo que aclarar un par de cosas. Los elementos que desencadenaron mi depresión, en un principio, fueron varios, no voy a hablar de todos ellos (al menos por el momento), siendo uno de los más importantes mi sobrepeso. He estado gordo toda mi vida, es algo con lo que aprendí a vivir... la verdad, estuve a un paso de convertirme en una persona ridículamente amargada de la vida. Odiaba a todo el mundo que estuviera en forma y pareciera que la estaba pasando bien y/o que fuera feliz.

     Era un ser triste. Por fortuna, cuando llegue a la universidad conocí a la que en la actualidad es mi mejor amiga. Ella me enseño (entre muchas, muchas, muchas otras cosas) como ser una mejor persona y que no debo de ver al mundo con envidia, porque todas las personas trabajan por lo que tienen. Todo el mundo ve y desea los resultados del trabajo duro, sin embargo son pocos los que en verdad hacen un esfuerzo por lograrlos. Esta es una lección que tuve que aprender por las malas, y créanme cuando les digo que me costo asimilarla. Y cuando finalmente lo pude hacer, emprendí un viaje para perder todo el sobrepeso que tenía (he perdido 30 kilos, aun me faltan 20 ^^). Sin embargo, no tarde en darme cuenta que los estragos, especialmente los psicologicos, de una vida de insalubridad no desaparecen  fácilmente.


     Mido 1.86m, soy moreno, tengo una cara excepcionalmente guapa, gano musculo con una facilidad y, ahora que he perdido gran parte de mi peso, tengo una buena figura, sin embargo no me creo nada de lo anterior. Sé que todo esto parece pedantería pura, pero juro que no es así la cosa. No soy una persona ciega, reconozco perfectamente lo que soy, sin embargo, como lo sabrá cualquier persona que se enfrenta a la depresión, la realidad no tiene nada que ver con lo que pasa en tu cabeza. Me considero una basura humana, una bola de grasa andante, asquerosa, incapaz de ser deseada o querida por cualquier hombre con medio cerebro. 

     Desprecio mi cuerpo y desearía poder destruirlo. Desearía poder regresar el tiempo, sabiendo todo lo que sé ahora, para que mi yo del pasado se alejara de la comida (o más bien, para que encontrara otra forma para poder soportar su triste realidad)... hay tantas cosas que desearía, pero, bueno, eso no importa, al menos por el momento. El ahora es lo único en lo que debo de enfocarme, y para mi desgracia, el ahora no es bueno.

      El mundo gay es superficial, así de simple. Esta cultura esta envuelta una capa de pedantería, sexo y amor a los cuerpos perfectos. Yo no cumplo con nada de eso. Y por tal motivo me considero un ser inferior: no tengo derecho a divertirme, no tengo derecho a hablarle a los hombres gay, no tengo derecho a ser amado, porque esos es algo únicamente reservado a las personas hermosas. Yo no lo soy y sin importar cuanto me esfuerce nunca voy a ser capaz de cumplir con los cánones de belleza de la sociedad. Esto, no es más que un resumen de uno de los muchos pensamientos negativos a los que me tengo que enfrentar día a día. Aclaro, he hecho muchos avances y, creo, que ha mejorado mucho mi habilidad para enfrentarlos, sin embargo, ellos siguen ahí (y la verdad estoy empezando a dudar que algún día seré capaz de de deshacerme de ellos completamente).


     Aclarando esto, supongo que ya te estarás dando una idea del porque una app como Grindr, es una mala idea para alguien en mi estado emocional. Si por algún motivo no la conoces, simplemente diré que es un Tinder para hombres gay que buscan sexo. Obviamente gran parte de las interacciones, que se dan ella, dependen de la apariencia física, lo cual significa que si naciste perdiendo la lotería genética la vas a pasar mal. No sé si es por la calentura, o por la privacidad que les brinda el estar detrás de una pantalla, o una combinación de las dos, pero la gente en ese lugar no es amable y nadie tiene miedo de insultarte... No voy a profundizar mucho más, porque ya no tengo fuerza y me falta tiempo, sin embargo, terminare diciendo que solo me tomo dos día para terminar llorando a causa de ella. A cualquiera que lea esto, tenga un buen día ^^

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