sábado, 8 de septiembre de 2018

La esperanza de un drogadicto depresivo

Saludos (aunque la verdad no sé si alguien lea esto, pero bueno eso no inporta, después de todo el único motivo de la existencia de este blog es meramente terapéutico). La verdad, había decidido dejar de escribir aquí por un tiempo debido a que despues de leer la entrada anterior considere que sonaba demasiado como un perdedor (y lo soy, no me malinterprete, simplemente lo comento porque me  sorprende que aún quede en mi la suficiente autoestima como para no querer que un montón de extraños en el Internet piensen eso de mí XD).

La realidad es dura, y estoy aquí de vuelta, tratando poner mi vida en orden. Mis problemas emocionales siguen aquí, trate de mejor, y lo hice... Por un tiempo. Sin embargo, en estos momentos estoy relativamente cerca de volver a tocar fondo y estoy luchando con todas mis fuerzas para no regresar a ese abismo horrible en el que me encontraba. 

Después de los eventos ocurridos en la entrada anterior, mi vida regreso a una normalidad abrumadora. El chico del que hable con anterioridad sigue siendo mi amigo (se supone que arreglamos el problema que habíamos tenido), pero la verdad es que no sé si esto es real. No puedo distinguir entre mis demonios internos y la realidad. Quiero creer que él sigue ahí, pero creo que esa es una mentira que me cuento a mi mismo para tener un poco de paz.

Soy patético, después de despedirme de él,  pues... ya no tengo recuerdos. Hablo con toda la cinceridad del mundo, no sé que hice en julio y agosto (imagino que debí vivir mi vida de alguna manera). Lo que sí tengo muy presente son dos cosas: uno, en todo este tiempo no he heho nada, no he avanzado con la tesis, la búsqueda de trabajo o el tratar de mudarme (prácticamente he suspendido todas mis metas de vida); y dos, en las últimas 4 semanas, en un intento de evadir mis responsabilidades, me la he pasado dragandome.

Soy un cobarde, así que solo he fumado mota y he bebido mucho alcohol, nunca probaría algo más fuerte porque tengo miedo de hacerlo, y creeme que ese es un sentimiento que quiero siga en mí. Aún así, considerando que, literalmente, lo primero que hacía al despertar era fumar mota, asegurándome de estar en ese estado hasta que era la hora de dormir, y que él único motivo por el que salía de la casa era cuando me invitaban a beber, asegurándome que había suficiente alcohol para que terminara hasta la madre, es justo suponer que, o estoy a punto, o soy un drogadicto (inclusive ahorita, lo único que puedo pensar es en la siguiente oportunidad que tendré para ponerme grifo).

Soy realmente lamentable. Este fin de semana, debido a que tengo que estar en la casa de mi madre, me ha dado la oportunidad de alejarme, un poco, de ese estado. Estoy decidido a mejorar mi vida, así que he decidido que lo are. Sé que suena tonto el decirlo de esta manera, pero no tengo otra forma de expresar lo que siento. 

Soy una basura humana, un desperdicio que trata de alegrarse atravez de las sustancias tóxicas, sin embargo sé que ahí no encontrare la felicidad... Por mucho que la busque... Estoy tan serca de volver a un punto horrible y, alavez, tan cerca de realizar mis sueños, que tengo miedo.

Saben que es lo más horrible de esa típica frase dominguera de "lo bueno de tocar fondo es que solo te queda volver a subir"? Que está niega que existe la posibilidad de volver a ese fondo. Sí, es horrible caer una vez, es pesado volver a levantarse y aún más difícil el continuar. Sin embargo, es mil veces peor cuando te caes por segunda vez, debido a que te das cuenta que todo tu trabajo no sirvió de nada. 

Repito, aún no he vuelto a llegar a ese punto, pero estoy cerca, lo sé, y es un sentimiento horrible. Por eso estoy decidido a seguir adelante, no quiero volver, quiero seguir adelante.

Son casi las doce de la noche y mañana madrugo, es por eso que me despido por ahorita. A todo el que lea esto le agradezco su tiempo y le deseo un buen día.

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